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El libro negro del emprendedor, las claves del fracaso o éxito de un sueño
Hay libros que son diferentes. O libros que los lees en el momento oportuno, y les sacas un jugo que de otra manera igual no lo obtendrías.
No es que esté pensando en emprender (¿o sí?), pero lo que sí es cierto es que El libro negro del emprendedor es un libro diferente, en el que no se habla de lo bonito que es emprender, ni se sube al carro de la burbuja emprendedora existente hoy en día en nuestro país, sino que describe la realidad del emprendedor tal y como es, sin salsas ni aditivos, en el que harás un viaje descubriendo si de verdad tienes madera de emprendedor, o eres un mero oportunista abocado al fracaso…(los hay que también triunfan).
«¿Por qué el 99,98% de la literatura de gestión se dedica a analizar éxitos cuando sólo el 5% de los emprendedores logra pasar del quinto año de aventura empresarial?,» se pregunta Fernando Trías de Bes, el autor de «El libro negro del emprendedor» (Empresa Activa, 2007). Una pregunta tan lógica y sencilla pero a la vez tan complicada de responder…
El autor del libro nos identifica, de manera sencilla y lógica, lo que para él son los Factores Clave de Fracaso (FCF).
¿Cuáles son los 14 FCF?
- Emprender con un motivo pero sin una motivación: los motivos por los cuales nos decidimos a emprender, los detonadores de esa decisión, no importan. Lo que realmente es importante es la motivación, es decir si estamos ilusionados con el hecho de emprender.
- No tener carácter de emprendedor: Emprender es una forma de vida. El emprendedor necesita y quiere la incertidumbre. Si eres averso a ella, piénsatelo más de una vez. El emprendedor disfruta emprendiendo, y esto se convierte en un medio y fin en sí mismo.
- No ser luchador: que se cumplan nuestras expectativas es complicado. Nuestros cálculos suelen estar llenos de errores y el camino lleno de imprevistos. Ser una persona que no se rinde ante las adversidades puede suplir el no tener carácter emprendedor. Entrénate. Ponte retos intelectuales y físicos (¡un triatlón por ejemplo!)para mejorar tu capacidad de sufrimiento.
- Contar con socios cuando en realidad puede prescindir de ellos: muchas veces nos asociamos por miedo, otras como medio de conseguir recursos, que puede parecer que sean gratis (o casi) pero que a largo plazo salen caros. Emprender implica soledad. Asóciate cuando sólo lo requiera una situación excepcional y no puedas conseguirlo de otro modo. A ser posible, sólo con socios capitalistas; no te asocies para compartir trabajo.
- Escoger socios sin definir criterios de elección relevantes: si debemos de asociarnos, los criterios de selección de socios deben estar basados en la honradez y que comparta los mismos valores que poseemos nosotros. Deben tener complementariedad con nuestro carácter y competencias; que aporten valor. Si no compartimos estas características, mejor no asociarse.
- Ir a partes iguales cuando no todos somos iguales: pactar con los socios cómo hemos de hacer cuando los objetivos de los socios entren en conflicto. El trabajo se remunera con sueldo, el resto de los activos cedidos a la empresa que no se valoren con acciones, deben de alquilarse o dejarse a deber. No inventemos maneras raras de retribuir a los socios.
- La falta de confianza y comunicación con los socios: siempre aparecerán desavenencias entre los socios, sobre quien hace más esfuerzo en captar clientes, qué estilo y apariencia le damos al negocio, etc. Por ello, se debe de pactar de antemano todo lo que sea necesario pactar, y tener confianza y libertad para plantear cualquier conflicto que pudiera surgir.
- Pensar que de la idea depende el éxito: lo importante no es la idea, sino la forma de la idea. No debemos de ser un emprendedor Gollum, que atesora su idea para que nadie se la quite… muéstrala al mayor número de personas posibles para contrastar distintos puntos de vista sobre ella. Piensa por qué van a comprar tus clientes, no en la idea que les vas a vender.
- Meternos en sectores que no nos gustan o se desconocen: debemos de emprender en negocios que nos atraigan, en sectores que conozcamos. Si no los conocemos, invertimos dinero para hacerlo. Para no fracasar, hemos de aportar algo nuevo y eso se hace desde el conocimiento perfecto de las reglas del sector.
- Escoger un sector de actividad poco atractivo: Hemos de tener en cuenta que es tan importante la elección de dónde invertir y cuándo hacerlo, como la de desinvertir. Buscar sectores en crecimiento, con poca competencia, que sean rentables, o requieran poca inversión inicial, así como emprender en ciclos económicos expansivos o zonas geográficas en auge.
- Hacer depender el negocio de las necesidades familiares y ambiciones materiales: las necesidades personales del emprendedor pueden arruinar un negocio. Vive de alquiler si es necesario, ahorra cuanto puedas antes de dejar tu trabajo actual. No vivas como un rico a las primeras de cambio. No emprenda sin el apoyo incondicional de tu familia, que deben de ser conscientes de las carencias a las que se enfrentan si las cosas tardan en ir bien.
- Emprender sin considerar el impacto que tiene sobre nuestro equilibrio personal: emprender es todo lo contrario a conciliar la vida personal y laboral, pese a lo que mucha gente cree. Emprender proporciona muchas satisfacciones, pero no la de obtener tiempo para tí mismo y tu familia, por lo menos los primeros años de andadura.
- Crear modelos de negocio que no dan beneficios rápidamente y de manera sostenible: hacer planes sirve para detectar momentos en los que habrá que modificar el modelo de negocio con el que hemos arrancado. El modelo más adecuado es aquel que da beneficios rápidamente y es sostenible a C/P y L/P. La sostenibilidad es más importante que el crecimiento.
- Ser emprendedor y no empresario, no retirarse a tiempo: el emprendedor crea, el empresario gestiona y hacer crecer el negocio. Si eres de los que crea, prepárate cuando se aproxima el momento de dejar de estar al frente de la empresa. Deshazte de las ataduras emocionales si sabes que lo mejor que puedes hacer es dejarlo en manos de un empresario.
Por tanto, si eres actualmente un emprendedor, o por el contrario estás pensando en emprender un negocio, te recomiendo encarecidamente la lectura de este libro. No te va a dar una fórmula secreta (nadie la tiene, aunque nos intenten vender que existe), pero todos buscamos el éxito; que el sueño de tu vida, en el que tantas ilusiones depositadas tienes, consiga colmar, y por que no, superar, todas las expectativas depositadas inicialmente.