Daniel Claros
Madrid, Spain

No tengo nada de especial. Amor por mi trabajo, las finanzas y los mercados. Pasión por el deporte, el triatlón. Y encantado de expresar mis pensamientos y mis inquietudes en un blog diferente, donde se mezclan dos mundos aparentemente distintos, pero que guardan historias comunes de superación, organización, motivación y ganas de pasarlo bien... Tomen asiento y disfruten.

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    Economía

    Deflación, inflación… ¡Depende!

    By on 10 abril, 2015

    Deflación, inflación…son palabras, en cierto modo, temidas. Nadie las quiere sufrir. No obstante, ambas se necesitan la una de la otra para sobrevivir.

    Acostumbramos a leer en la prensa numerosos artículos sobre si la inflación/deflación es buena o no, pero, ¿sabemos realmente qué significan?

    Inflación

    Podríamos definir la inflación como el aumento de precios de bienes y servicios en un periodo de tiempo.

    Hoy, el tren vale 1 euro, el mes que viene vale 1,25. Eso es la inflación, y eso es lo que quiere controlar el Banco Central Europeo, cuyo objetivo es mantenerla en el 2%.

    Deflación

    Por el contrario, definiríamos deflación como la bajada generalizada y prolongada del nivel de precios de bienes y servicios.

    Se establece que entramos en un período de deflación cuando la bajada de precios se da durante al menos dos trimestres seguidos (según el FMI).

    ¿Con cuál me quedo?

    Con las dos y con ninguna.

    Normalmente, desde el ámbito académico y económico, se suele decir que la deflación (algo que aparentemente estamos empezando a sufrir), es negativa. Los principales argumentos que se suelen dar son:

    • Retrasa las decisiones de consumo.
    • Incentiva reducciones salariales.
    • Retrasa las decisiones de inversión.
    • Reduce los beneficios de las empresas.
    • Incrementa el paro.
    • Etc.

    Es cierto que la deflación prolongada no es positiva, pero en una situación de crisis como la actual, considero que la deflación es completamente NECESARIA. Y voy a explicar por qué.

    El retraso en las decisiones de consumo / inversión puede ser una realidad, pero solo a medias. Los que defienden este riesgo afirman que la deflación provoca que la gente no consuma o invierta porque se tiene la idea de que los precios van a seguir descendiendo. Mirando concretamente el caso de España, efectivamente esto ocurre  sobre todo en aquellos bienes afectados por burbujas financieras, o cuando nuestro objetivo de compra es la especulación. Sí señores, hablo de la vivienda.

    Es cierto que quien puede invertir y/o adquirir una vivienda  hoy en día, puede estar esperando a que continúe el desplome, ya que hay evidencias de que va a seguir esta tendencia en los próximos meses.

    No obstante, pongo en duda el hecho de que, con una tendencia de precios a la baja, las personas consuman menos, ya sean productos genéricos, coches (2014 ha sido el año de mayor incremento en las ventas en los últimos 15 años), vacaciones ( en 2014 se han batido récord de turistas en nuestro país) , salir a cenar a un buen restaurante…  Por tanto, creo que la deflación, en este contexto actual de crisis económica, puede resultar positiva.

    En cuanto al resto de argumentos anteriormente enumerados, van estrechamente relacionados. Si las empresas reducen sus beneficios, tenderán a reducir salarios para mantener rentabilidades, y si aun así no lo consiguen, despedirán, incrementándose el paro.

    Así pues, y por continuar rebatiendo a aquellos que piensan que la deflación, hoy en día, es mala, podría decir que una bajada actual de precios daría un pequeño respiro a las cuentas de resultados de las empresas.

    Como he comentado anteriormente, si los precios bajan, el poder adquisitivo de las personas sube, se incrementa el consumo, y las empresas incrementarían sus ventas, manteniendo el beneficio al compensar la bajada de precios (y, por consiguiente, del margen), con incrementos en volumen.

    Conclusión

    Siempre hay que situar todo dentro del momento histórico que se vive, sin llegar a los extremos.

    Por un lado, tenemos la inflación controlada por el BCE, cuyo objetivo es, como comenté al principio de la entrada, mantener unos niveles en torno al 2%.

    Por el otro lado, tenemos la deflación, también controlada por el BCE, manteniendo unos tipos de interés de alrededor del 0%, para así mantener un cierto nivel de masa monetaria en el mercado, evitando que los precios se desplomen.

    Lo que si mantengo es que en el contexto actual, la deflación es positiva. Y debe seguir siendo así, hasta que no empiece de verdad a reactivarse la economía, momento en el cual empezaremos a preocuparnos por la inflación, y así sucesivamente…

    El debate está abierto.

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