Economía
Sistema de pensiones, ¿futuro asegurado?
Trabajamos, pagamos impuestos, trabajamos más, pagamos más impuestos, vivimos, pagamos impuestos… ¿para qué? Prácticamente el 50% de nuestro sueldo, y más importante aún, de nuestro tiempo, va destinado a mantener lo que se conoce (por ahora), como el Estado del Bienestar.
Pero, ¿qué es el Estado del Bienestar?
Se suele definir como modelo general de Estado y de la Organización Social, según la cual el Estado provee ciertos servicios o garantías sociales a la totalidad de los habitantes de un país.
Este concepto y modelo de conducta nació en 1945, posterior a la II Guerra Mundial, y más posterior aún a la Gran Depresión…El objetivo principal, reorganización equitativa de los beneficios entre la sociedad, para evitar revueltas y malestar social, lo que ya nos había conducido a la IIGM.
Así bien, el Estado del Bienestar se sustenta en tres pilares:
- Asistencia Sanitaria
- Desempleo
- Sistema Público de Pensiones
Por suerte (o por desgracia), podríamos escribir un post para cada uno de estos temas, pero he decidido hablar sobre el último de ellos, nuestro “idílico” sistema de pensiones.
Voy a comenzar enumerando una serie de datos, extraídos directamente del Instituto Nacional de Estadística, sobre las proyecciones en los próximos años en cuanto a la población española se refiere:
- Las tendencias demográficas actuales llevarían a España a perder una décima parte de su población en 40 años.
- Desde 2018 habría más defunciones que nacimientos.
- El 37% de la población sería mayor de 64 años en 2052.
Leídos rápidamente pueden resultar datos sin significado aparente, sin embargo, las consecuencias que pueden tener a largo plazo son considerables.
Si hemos estado viviendo bajo el paraguas de un modelo ejemplar, no sólo en España, sino en toda Europa, poco a poco estamos empezando a darnos cuenta de que este sistema, tal y como lo conocemos hoy en día, es insostenible.
Con un simple gráfico, podemos anticipar cuál va a ser nuestro futuro, sobre todo el de las generaciones como la mía, así como las venideras, las cuales vamos a ver peligrar el retorno futuro al pago actual de tanto impuesto…
Lo que este gráfico nos muestra es un panorama desolador, donde un pequeño porcentaje de la población va a tener que mantener las pensiones y jubilaciones de un número demasiado elevado de personas.
Voy un paso más allá, con una tasa de paro actual de más de un 50% para la población menor de 30 años, y, teniendo en cuenta, que el futuro de las pensiones de nuestros padres va a depender principalmente de todos estos jóvenes que van a empezar a cotizar (con suerte), a una edad bastante avanzada… ¿cómo piensan los señores políticos solucionar este problema? ¿De dónde tienen pensado sacar ese dinero, si la presión fiscal en España es una de las más elevadas de Europa?
Pero el problema no queda ahí, sino que se agrava con la fuga de cerebros tan brutal que está habiendo. No sé vosotros, pero cada vez tengo más amigos y conocidos que han decidido hacer las maletas en busca de un futuro que por desgracia en España se les niega.
Si sumamos este problema a los anteriormente comentados (tasa de paro, descenso de la natalidad…), realmente está muy complicado mantener este Estado de Bienestar en el que nos hemos acostumbrado a vivir y que por desgracia está totalmente quebrado y obsoleto.
No es baladí la cuestión que se plantea, porque, aunque a corto plazo, no tenga efectos nocivos para nuestra economía, se me antoja un problema muy difícil de solucionar a largo plazo.
Mi recomendación, confiar cada vez menos en que el Estado podrá mantenernos. Vivimos bajo el amparo de un sistema público de pensiones deficitario, quebrado, y va siendo hora de ir buscando métodos alternativos para financiar al Estado, más allá de la mera y simple subida de impuestos.
No es cuestión de despilfarro, es cuestión de que el mundo está cambiando, y no podemos evitarlo.
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