Economía
¿Tener deuda es malo? Lógica empresarial en finanzas personales.
Estamos en un momento de tipos de interés bajos, muy bajos. Ideal para pedir hipotecas, ideal para financiarse… Hace muy poco ya lo dijo Josef Ajram en una entrevista con Risto Mejide, «Hoy en día la persona que compra un coche y lo paga es tonta. Eso es un capital que deja de generar». De lo que estamos hablando es de lógica empresarial en finanzas personales.
Aunque pueda sonar extraño, y sin entrar en las formas de decirlo, sí que puede tener sentido lo que dice Ajram, y lo voy a tratar de explicar con algunos ejemplos empresariales.
Es cierto que, psicológicamente, puede desgastar menos el “tirar” de recursos propios, en la medida de lo posible, antes que pedir un préstamo. Al menos a mí personalmente no me hace mucha gracia tener deudas.
Sin embargo, llevamos unos años con tipos de interés excepcionalmente bajos (recordar que el tipo de interés es el “precio” al que nos prestan dinero), y que, por el momento, parece que va a seguir siendo así.
Entonces, la siguiente pregunta que nos haríamos, debería ser, ¿qué implica este escenario de tipos de interés bajos en cuanto a financiación se refiere? Como he comentado antes, vamos a ver algunos ejemplos:
Apple
Apple es una de las empresas que mayor volumen de efectivo tiene en su poder. Es curioso que, con más de 200.000 millones de dólares en su poder, se haya dedicado a emitir bonos corporativos, de manera que, obtiene financiación de inversores particulares a cambio de un cupón (rentabilidad para el inversor).
¿Qué es lo que pasa? Es sencillo, Apple está emitiendo bonos ofreciendo una rentabilidad de apenas un 3% (que no deja de ser muy buena rentabilidad para un inversor particular). La clave reside en que el coste de la deuda que tiene en balance (lo que paga por esa deuda que ya tiene) es de un 4%.
Es decir, ante tipos de interés tan bajos, resulta muy rentable financiarse en el mercado.
Mientras tanto, sigue teniendo esa liquidez que, bien invertida, será mucho más rentable financieramente hablando que “malgastarla”.
Telefónica
Hace apenas 3 meses, Telefónica captó 2.000 millones de euros en una emisión de bonos. El coste de la emisión de esa deuda estuvo por debajo del 2%. La cuestión clave sería, ¿qué rentabilidad va a obtener Telefónica por esos 2.000 millones de euros que le están costando un 2%? Probablemente, sea mayor.
Santander
Más reciente es el caso de Santander. A comienzos de este 2017, el banco presidido por Ana Botín captó la friolera de 1.000 millones de euros, pagando a los inversores una rentabilidad de un 3%.
También hemos visto como en estos últimos meses, muchas empresas están aprovechando para refinanciar sus deudas, renegociando con el banco los intereses, tratando de reducirlos al máximo.
Por lo tanto, unos tipos de interés extrañamente bajos no son buenos (o malos) per se. La clave a la hora de pedir financiación es saber que, aunque nosotros estemos pagando un 2% de interés (por ejemplo), podemos obtener, con ese dinero que no gastamos (porque nos están prestando), una rentabilidad, por ejemplo, de un 4%. A efectos prácticos, estaríamos recibiendo ese dinero de manera gratuita.
Volviendo al ejemplo de Josef Ajram, y tratando de dar una explicación a lo que él quiere decir, si compramos un coche con deuda, y nos están cobrando un interés de un 3%, la clave sería analizar qué estoy haciendo con ese dinero que no gasto (pues he pedido prestado), para rentabilizarlo.
Si por ejemplo decido invertirlo en acciones, como por ejemplo Endesa, Enagás, Telefónica, etc., que nos están dando una rentabilidad por dividendo de en torno a un 5%, nos estaría saliendo gratis la financiación de ese coche. En ese caso, sí sería rentable pedir un préstamo.
Otro ejemplo podría ser una hipoteca. Yo siempre he sido fiel defensor del alquiler, o al menos, estoy en contra de hipotecas a 40 años. No obstante, si pedimos una hipoteca, por ejemplo, a 20 años, a un tipo de interés del 2%, y destinamos esa vivienda al alquiler, obteniendo, por ejemplo, un 4% de rentabilidad, ¿no sería una buena inversión? Estaríamos ganando una rentabilidad neta de un 2%.
Ahora bien, si gracias a ese dinero que nos han dado prestado, vamos a “malgastar” lo que ya tenemos, entonces es cuando la deuda se convierte en un problema.
Tenemos que aplicar la lógica financiera empresarial a nuestra economía particular. Si las grandes empresas se aprovechan de tipos de interés bajos, ¿por qué nosotros no vamos a hacerlo? 🙂