Deporte y Salud
¿En qué me ha cambiado el triatlón?
Efectivamente, el triatlón produce cambios. Cambios fisiológicos y psicológicos. Cambios apreciables a simple vista para el resto de los mortales, y cambios que sólo el que practica triatlón puede comprender. De estos cambios ya hablé en otro artículo anterior (pincha aquí). De los cambios de los que quiero hablar en este artículo son, principalmente, los cambios que provocamos en nuestra personalidad.
Yo siempre digo lo mismo, el que prueba una vez, quiere repetir. Pocos deportes he practicado que “enganchen” tanto, y a la vez sea tan divertido. El triatlón es un deporte que vas descubriendo poco a poco, da igual que lleves dos meses o dos años practicándolo, siempre avanzas, siempre mejoras.
Por eso, me parece interesante escribir un artículo sobre, y siempre bajo mi punto de vista, los cambios que puede producir la práctica habitual de este deporte, cambios en nuestro comportamiento, en nuestra personalidad.
¿Qué ha cambiado desde que soy triatleta?
La eficiencia pasa a ser la “madre del cordero”. El día tiene las horas que tiene. Entrenar triatlón requiere, mínimo, 5 horas semanales. Seguramente trabajes, tengas familia… la pregunta sería, ¿cómo meter horas de entrenamiento en días imposibles? Ahí reside el arte del triatleta, aprendemos a ser eficientes, y esto, también lo podemos llevar a nuestro ámbito profesional.
Nos preocupa la alimentación. Y es así. Sin obsesionarse, empezamos a controlar qué comemos, y sobre todo, cómo lo comemos. Limitamos la comida rápida, limitamos los fritos, empezamos a clasificar la comida en hidratos de calidad, grasas saludables, proteínas “de las buenas”, etc.
Realmente empiezas a concienciarte de la importancia de una buena alimentación, y es algo que, sin duda alguna, y en mi caso particular, debo agradecer al triatlón.
Cambio en nuestro físico. Probablemente, si llevas un tiempo haciendo triatlón, estarás cansado de oír frases del tipo, “cada vez estás más delgado”, “hijo, necesitas un buen plato de cocido”, y cosas por el estilo. Mi experiencia: como más que nunca (cinco comidas al día), como más sano, y mantengo el mismo peso que hace dos años, antes de empezar a entrenar en serio triatlón. Conclusión: adelgazas, sí, pero si lo haces bien, lo único que perderás será grasa, manteniendo tu tono muscular. Todo un éxito :).
Cambio en nuestros intereses. Si eres triatleta, se acabó el despertarse un fin de semana a las 12:30 del mediodía. Se acabó el salir de copas hasta las tantas de la noche un finde sí y el otro también. Nuestros intereses cambian. Algún amiguete nos dirá que nos hemos vuelto unos aburridos. Pero salir tempranito con la bicicleta una mañana de domingo, volver a casa “pronto”, y disfrutar de una cervecita sintiendo que has aprovechado el día… ¡no tiene precio!
Así mismo, palabras como pulsómetro, drafting, perfil… se volverán parte de nuestro vocabulario cotidiano.
Estamos más cansados. Esto también es una realidad. Probablemente tengas que entrenar a horas intempestivas entre semana (por ejemplo, yo nado a las 22.00 de la noche), y el fin de semana quieras levantarte relativamente pronto para salir con la bici o hacer una tirada larga de carrera a pie.
Todo esto al final suma, y, aunque descanses bien, hará que a últimas horas del día estés más centrado en coger una buena cama que en salir a atiborrarte de copas o estar plantado en mitad de una pista de baile… Eso es así :).
Por tanto, ser triatleta “mola”, pero también implica ciertos sacrificios que, si bien cuando estás “metido en harina”, lo haces encantado, hay que tener claro a qué cosas se pueden renunciar…
¿Has probado ya el triatlón?